4/24/2009

Universidad Veracruzana

Guillermo Fox nuevo Director de Ingenieria Civil de la UV

Egresado, docente y ahora director, el Maestro Guillermo Fox Rivera tomo posesión al frente de la facultad de Ingenieria Civil - Zona Xalapa, de la Universidad Veracruzana, teniendo a los estudiantes como principal objetivo.
El pasado jueves 23 de abiril, a las 10 horas, en el aula magna de la unidad de ingenieria zona Xalapa, de la Universidad Veracruzana se reunieron alumnos, docentes y personal administrivo para ser testigos del nombramiento del Maestro Guillermo Fox Rivera,como director de la facultad ingenieria civil, en sustitución del Ing. Arturo Ortiz Sedano.

Correspondió al Dr. César Ignacio Beristain Guevara, Director General del Área Académica Técnica, en representación del Dr. Raúl Arias Lovillo, Rector de la Universidad Veracruzana, tomar la protesta al nuevo director y le reitero el apoyo de la admistración universitaria a su gestión.
El nuevo director cuenta con Licenciatura en Ingenieria Civil y Maestria en Construcción, ambas por la Universidad Veracruzana. ha sido Ingeniero residente en la Constructora Brisa SA de CV (1988.1990) ; Superintendente en la contructora Estructum (1991-1996) y es Socio e Ingeniero respònsable de Ingenieria del Golfo de México SA de CV desde 1997.
En el ámbito académico el Mtro. Guillermo Fox Rivera, cuenta con una larga experiencia como decente en prestigiadas escuelas de nivel medio de Xalapa y Coatepec. Docente de las facultades de Ingeniria Civil y Ambiental y coautor del libro "Matemáticas VI: calculo Integral de Editorial Nueva Imagen".
Felicidades y éxito.

Ciencia en el Bar

Vamos a jugar a “La Lotería de la Ciencia”
(para adultos… en el día del niño)
Los Camaradas de la Ciencia invitan a su próximo Encuentro "La Ciencia en el Bar" el próximo jueves 30 de abril a las 20 horas, en el resto-bar "El partido", ubicado en Herón Pérez núm. 34 (atrás del PRI), en esta ciudad de Xalapa, en esta ocasión el tema será muy ad hoc al día del niño vamos a jugar “La Lotería de la Ciencia” que ofrecerá el divulgador Heriberto Contreras Garibay. Como siempre la entrada es libre, el consumo no.
El grupo de Camaradas de la Ciencia está integrado por investigadores, docentes, promotores y gestores con amplia experiencia en actividades de divulgación científica: Mirna Valdés, Manuel Martínez, Liliana Calatayud, Adalberto Fox, Alma Cruz Juárez, Carlos Vargas, Aída Pozos, Mirna Benítez, David López, Martha Cruz y Danú Fabre.
Sobre la lotería de la ciencia nos comenta Heriberto Contreras “Basados en que lo que nos divierte nos gusta y, por consiguiente fácil de aprender, en la búsqueda constante de experimentar con el cada vez más olvidado asombro, nos hemos dado a la tarea de compartir, más que hacer divertida la ciencia. No importa la edad que tengamos, en los seres humanos es innato el juego como forma de entretenimiento, pero incluso de aprendizaje sin importar la edad que tengamos; todos tenemos un niño dentro que nos invita a experimentar con lo que el exterior nos ofrece para hacerlo nuestro.”
“En ese contexto hemos fusionado una vez más la ciencia con el juego; más que conceptos abigarrados o extremadamente técnicos, hemos retomado hechos, fenómenos, personajes y seres vivos que dan vida a un popular juego de nuestro país: “La Lotería”, la cual, en esta oportunidad nos permitirá, más que aprender, divertirnos con sus cartones, el merolico, la emoción del ganar, del ambo, el terno, el amarre y el lleno gracias las figuras cantadas con representaciones tan cotidianas en nuestra vida como la ciencia misma.”
“No olviden llevar sus monedas de un peso, como en la feria; el ganador se lleva la bolsa, los demás, el gusto por jugar, pero sobre todo, un grato sabor de boca producto del conocimiento. Iris Solís, Ale López y Heriberto Contreras, los esperamos con gusto.”
Heriberto Contreras Garibay es orgullosamente Xalapeño, sobre todo por el aún frágil equilibrio ecológico y el clima que impera en la región. Es Licenciado en Periodismo por la Escuela Nacional de Periodismo (Suma cum laude); Beca al Mérito Académico Fundación Carlos Septién García. Especialidad en Periodismo Científico por al Organización Interamericana de Prensa ( son Mención Honorífica). Corresponsal Nacional de la agencia Notimex; Columnista del Sol de México, Milenio, el Economista, entre otros.
El invitado al Encuentro es integrante del Comité Editorial de la Revista “La Ciencia y el Hombre” de la Universidad Veracruzana. Productor y conductor del programa de divulgación científica “Las Manzanas de Newton”, que coordinan el Área de Ciencias Biológico Agropecuarias de la UV, Radio Universidad y Televisión Universitaria. Obtuvo Mención Honorífica en el 3er Certamen Estatal de Periodismo, categoría Divulgación Científica.
Heriberto Contreras ha escrito más de 300 artículos de divulgación científica en medios impresos, estatales y nacionales. Actualmente es Consultor de Difusión del Consejo Veracruzano de Ciencia y Tecnología. Orgulloso aficionado de los Pumas de la UNAM en el futbol, del Futbol Americano, del cual ha escrito por años en diversos medios de comunicación; pero sobre todo, apasionado de entender el qué y por qué de las cosas para poder compartirlo con el prójimo, con el ciudadano común, con el México Real.
Recuerde la cita: el Encuentro "La Ciencia en el Bar" será el próximo jueves 30 de abril a las 20 horas, en el resto-bar "El partido", ubicado en Herón Pérez núm. 34 (atrás del PRI) en esta ciudad de Xalapa, con el tema "La Loteria de la Ciencia". Lo esperamos.

4/21/2009

¡Viva la Ciencia¡

La mayoría de nosotros transita por la vida ignorando la trama oculta que la explica, a ella, a la vida, y al entorno que la rodea y en el que surge. La “trama” en cuestión es la ciencia, ese maravilloso instrumento inventado por los humanos que nos permite entender el mundo que nos rodea, al igual que nuestros propios procesos biológicos.
La ignorancia social que rodea a la ciencia constituye una tragedia. En primer lugar, porque deja a los ignorantes indefensos ante la naturaleza que les rodea, dando origen así a todo tipo de mitos, nacidos del incontrolable deseo que sentimos por contestar a preguntas que nadie puede evitar plantearse; preguntas del tipo de ¿qué es y qué contiene el universo?, ¿cuáles son las leyes básicas que obedece?, ¿cómo surgió la vida y evolucionó en nuestro planeta, la Tierra? Y en segundo lugar, porque resulta que la ciencia, el conocimiento que suministra, las preguntas que permite contestar y los medios que emplea para ello, es divertida, una fuente inagotable de placer intelectual.

¡Viva la ciencia!, un ejemplo en cuanto en lo que a claridad y sensibilidad se refiere, pretende que cualquier lector, no importa cual sea su formación previa, se forme una idea tanto de qué es la ciencia como de la imagen que ésta nos ofrece de la naturaleza. Es cierto que tal objetivo ha sido buscado otras veces, pero ninguna hasta ahora de la mano de dos autoridades en campos tan diferentes como el dibujo y el pensamiento científico: Antonio Mingote y José Manuel Sánchez Ron, integrantes de la Real Academia Española de la Lengua. Porque lo que distingue este libro es la unión entre textos y dibujos, que forman una perfecta sincronía en el objetivo único de suministrar a sus lectores –niños, jóvenes o mayores– una visión científica del mundo.
Una visión científica, sí, pero una visión en modo alguno alejada del “factor humano”, que aquí se introduce a través de los principales protagonistas de la historia de la ciencia, que además de ir apareciendo a lo largo de las páginas de este libro, se reúnen en un apéndice, y dibujo, final como ”Los 40 principales de la ciencia”.
En tiempos en los que, a pesar de todo, la irracional, la deshumanización y la vulgaridad no han desaparecido, ¡Viva la ciencia! representa una celebración de la ciencia, esto es, de la racionalidad. Y al celebrar a la ciencia y a la racionalidad, sus autores han celebrado también a la vida, dejándonos de esta forma un legado que será difícil olvidar. Antonio Mingote (Sitges, 1919) es dibujante, escritor, periodista ha sido galardonado con numerosos premios de prestigio, nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alcalá Henares (2005) y la Universidad Rey Juan Carlos (2007) y su trabajo goza de amplio reconocimiento internacional. José Manuel Sánchez Ron (Madrid, 1949) es catedrático de Historia de la Ciencia en la Universidad Autónoma de Madrid. Miembro de la Real Academia Española, es también académico correspondiente de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y de la Académie Internationale d’Histoire des Sciences de París.

4/02/2009

Año de la Astronomía

Hace 400 años: ¿Qué vio Galileo Galilei?
Luis Felipe Rodríguez Jorge, es yucateco, especialista en la radioastronomía, realiza investigación principalmente sobre el nacimiento y juventud de las estrellas y sobre las fuentes galácticas de rayos X. Entre sus aportaciones se encuentra la evidencia de discos protoplanetarios en estrellas jóvenes. Obtuvo el Premio de la Academia Mexicana de Ciencias y actualmente es Presidente de la Sociedad Mexicana de Física. Es un extraordinario divulgador científico autor del libro “Un universo en expansión que edita el Fondo de Cultura Económica dentro de su colección “Leamos la Ciencia para Todos”.
A continuación comparto un extracto de su conferencia “Hace 400 años: ¿Qué vio Galileo Galilei?” que publicó Sociedad, Ciencia y Tecnología de la Facultad de Ciencias de la UASLP en el inicio de las actividades del año de la astronomía.
Este año, los astrónomos y científicos celebran 400 años del uso astronómico del telescopio a través del Año Internacional de la Astronomía en el que se realizan todo tipo de actividades para el público.



HACE 400 AÑOS ¿Qué vio Galileo Galilei?
En 1609 el astrónomo italiano Galileo dirigió por primera vez al cielo un telescopio y descubrió, como diría él mismo “grandes y muy admirables maravillas” en el espacio. A partir de esa fecha la fama de Galileo recorrió el mundo entonces conocido y lo convirtió en el más eminente astrónomo de su época. Pero esta no es una historia con final feliz.
SIN EMBARGO SE MUEVE...
A partir de 1609 la fama de Galileo recorrió el mundo entonces conocido y lo convirtió en el más eminente astrónomo de su época. Pero esta no es una historia con final feliz.
En 1633, el gran Galileo, ya un anciano de casi 70 años, fue obligado a comparecer ante el Santo Oficio en Roma y a abjurar, a renunciar de varias de las ideas que el había sostenido a través del tiempo y que se derivaban de sus observaciones astronómicas.
En particular, fue obligado a renunciar a su afirmación de que la Tierra no era el centro del
Universo, sino que giraba alrededor del Sol. El juicio de Galileo se convirtió en un momento histórico de gran importancia. Sin embargo, está lleno de mitos. Existe un cuadro que muestra a Galileo enfrentándose con un grupo de cardenales, cuando parece que el juicio ocurrió en frente de unos cuantos burócratas.
También está la leyenda de que Galileo murmuró por lo bajo, después de abjurar de su creencia de que la Tierra se movía alrededor del Sol el famoso “E pur si muove” (Y sin embrago se mueve) . Pero toda la evidencia histórica parece indicar que nunca emitió esa frase.
Como resultado de este juicio, Galileo fue encontrado sospechoso de herejía y condenado a arresto domiciliario en su casa en Arcetri, en las afueras de Florencia. Falleció nueve años después del juicio, a la edad de 78 años.
PERO, ¿QUIÉN FUE GALILEO?
IMPORTANTE FÍSICO
Galileo nació en Pisa en 1564, hijo del lutenista y teórico de la música Vincenzo Galilei. Antes de 1609, el año en que comenzó a usar el telescopio, Galileo había hecho ya contribuciones importantes a la Física. La influencia de su padre, quien investigaba la relación entre la tensión y el tono de una cuerda, parece haberlo enfocado hacia la Física.
A lo largo de su vida, Galileo siempre cuestionó y en muchos casos demostró que las ideas de Aristóteles eran incorrectas.
Aristóteles fue un pensador del siglo IV antes de Cristo que dominó con sus ideas a la cultura occidental hasta el Renacimiento. Aristóteles escribió sobre muchísimos temas: física, poesía, biología, política, lógica, etc. Si bien sus ideas suenan a primera aproximación como muy razonables, en el fondo muchas estaban equivocadas y Galileo parecía disfrutar el cuestionarlas.
Un ejemplo de estos cuestionamientos fue la afirmación de Aristóteles de que “los cuerpos más pesados caen más rápidamente que los más ligeros”. Después de todo, si soltamos una pelota y una hoja de papel, la pelota llega al suelo antes que la hoja de papel. Suele atribuírsele la realización de un experimento en la torre inclinada de Pisa donde se muestra a Galileo soltando dos bolas metálicas de distinto peso para demostrar que llegan al suelo al mismo tiempo, refutando a Aristóteles. Esta parece ser otra leyenda, propagada en la biografía que de Galileo escribió uno de sus estudiantes, pues Galileo no parece haber realizado el experimento, pero si estaba en lo correcto. Galileo pasa las primeras décadas de su vida refutando los conceptos de Aristóteles e investigando sobre todo tipo de temas, desde el periodo constante de un péndulo, hasta la forma, dimensiones y ubicación del Infierno descrito por el poeta Dante Alighieri.
CONSTRUCTOR DE APARATOS
En 1592 obtiene la silla de Matemáticas en la Universidad de Padua, donde da clases de geometría y astronomía. También construye muchos aparatos, algunos de los cuales logra vender y así complementar sus ingresos, como el caso de su compás geométrico y militar, diseñado para hacer cálculos rápidos (muy útiles para los artilleros de la época) y el cual Galileo no sólo vendía sino que también daba clases de cómo usarlo.
Pero los acontecimientos que le darían fama ocurrieron en 1609, cuando Galileo era ya un hombre maduro de 45 años. Hasta entonces, el cielo había sido observado solamente a simple vista, aunque ya usando tubos y sextantes de gran tamaño, como lo había hecho Tycho Brahe. La idea de Galileo de estudiar el cielo con el telescopio le permitiría ver detalles y estructuras que nadie había percibido antes.
Aprovechando su contacto con artesanos de la región, Galileo construyó su primer telescopio, con solo un aumento de 3, pero lo fue mejorando hasta alcanzar un aumento de 30.
Los descubrimientos se fueron sucediendo vertiginosamente conforme sus telescopios mejoraban. Sus primeros descubrimientos son relativos a la Luna. Encuentra que, contra lo que se había dicho de que la Luna y todos los astros eran esferas perfectas como bolas de billar, la Luna estaba llena de cráteres y montañas y que él pensaba que su superficie era parecida a la de la Tierra. Esto iba en contra lo que entonces se creía.
El Universo geocéntrico de Aristóteles y Ptolomeo colocaba a la Tierra en el Centro del Universo. Más aún, dividía al Universo en dos grandes zonas, la sublunar (de la Luna para abajo) donde había cambio, corrupción y las cosas se echaban a perder y la supralunar (de la Luna para afuera), que era perfecta e inmutable. La Luna y los planetas estaban en el ámbito
supralunar y por lo tanto deberían de ser esferas perfectas.
EL MENSAJERO SIDERAL
Este y sus demás descubrimientos de 1609 y 1610 los iba a reportar Galileo en un folleto titulado El Mensajero Sideral. Algunas de las cosas que Galileo vio ya habían sido vistas por otras personas pero él tuvo la inteligencia de reportarlas por escrito y así obtuvo la primacía. Desde entonces, los científicos publican y divulgan sus resultados para garantizar el reconocimiento de que fueron ellos los que lo hicieron primero.
Pero el descubrimiento que le daría más fama, y que iniciaría su conflicto con la Iglesia, fue el descubrimiento de que Júpiter, uno de los planetas entonces conocidos, estaba acompañado de cuatro “estrellas”. Estos cuerpos no eran estrellas, sino las cuatro lunas, los cuatro satélites naturales más brillantes de ese planeta. Esto ocurrió en enero de 1610.
Lo que Galileo estaba viendo era el movimiento de estos satélites alrededor de Júpiter, dándole vueltas como hace nuestra Luna alrededor de la Tierra. Este descubrimiento le hizo pensar a Galileo que no era cierto que todo giraba alrededor de la Tierra, puesto que los satélites de Júpiter giraban alrededor de Júpiter. ¿No sería que lo que estaba bien era el modelo heliocéntrico de Copérnico?
Galileo divulgó ampliamente sus resultados no sólo con sus publicaciones, sino haciendo demostraciones a través del telescopio. También comenzó a incluir en sus clases la idea del Universo heliocéntrico, lo cual lo llevó a problemas.
Maffeo Barberini, un influyente cardenal, era amigo y admirador de Galileo, llegando inclusive a escribirle un poema. En 1623 es nombrado Papa, asumiendo el nombre de Urbano VIII, y las cosas cambian. En 1632, Galileo publica su libro “Diálogo sobre los Sistemas del Mundo”, donde favorece claramente al sistema heliocéntrico de Copérnico y a través del personaje Simplicio representa y ridiculiza al Papa Urbano VIII. Al año siguiente, 1633, ocurre su juicio y es obligado a abjurar renunciando de varias de las ideas que él había sostenido a través del tiempo y que se derivaban de sus observaciones astronómicas.
Galileo fue un hombre con grandes virtudes, pero también defectos.
En 1992 el Papa Juan Pablo II reconoció que el trato que se le había dado a Galileo por la Iglesia no fue correcto y que Galileo tenía razón. Hoy, recordemos sus aportaciones a la astronomía y, cómo sus descubrimientos cambiaron nuestra visión del Universo.